¿Quienes Son?

Son niños que desde el seno de sus hogares y en el ambiente de una comunidad crisitana han sido llamados por el Señor a vivir una vocación especial como servidores del altar.
Reseña historica en la Diocesis de Valledupar
En virtud de su oficio apostolico Monseñor Oscar Jose Velez isaza y en su misión de estimular, dirigir y coordinar el apostolado, en la comunidad Diocesana, y comunidades parroquiales, se conforma en todas las parroquias de nuestra Diocesis la Escuela de Acólitos o Monagullos con la finalidad de Colaborar con el celebrante en el servicio del altar. Para ello se nombra, en la Diócesis, un Delegado Episocla, en este caso el Pbro. Juan Ricardo Betancur Montoya, párroco de la paroquia de Cristo Rey de Valledupar, quién inicia su misión en el 2004.

El 27 de Agosto de 2005, se hace la apertura de dicha Escuela, con una solemne consagración presidida por Monseñor Oscar Velezen la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, la Catedral, con un número de asistentes de 417 niños acompañados por sus padres y familiares pertenecientes a diferentes parroquias de la Diocesis.
Realización de encuentros formativos con asesores y monaguillos, cada tres meses.
Encuentros recreativos con padres de familias, monaguillos y asesores, por semestre

¿Que hacen?
Son quienes ayudan al sacerdotee en la celebración de la Eucaristía, concretamente en el servicio del alatar, haciéndolo con especial dignidad y responsabilidad.

¿Como estan organizados?
Un sacerdote Diocesano como Director, que coordina los programas y actividades a nivel diocesano de todas las escuelas parroquiales.
Cada Escuela parroquial de Acólitos tendrá un sacerdote asistente, responsable de la formación espiritual, litúrgica y ceremonial de los integrantes.

Los Acólitos deberán tener libros de estudio para su permanente formación, como son:
-Formación liturgíca
-Formación en la palabra
-Formación en valores
-Formación lúdica

Realizar ceremonias de admision para acoger con solemnidad a los nuevos aspirantes
El padre asistente debe contar con laicos responsables que el ayuden a velar para los programas de la Escuela de Acólitos se cumplan como está previsto
Puntualidad en las reuniones
Vigilar que se lleve a cabo el periodo o proceso de preparación de cuatro meses, donde se estudian los fundamentos de la escuela y se trabaja al nivel de relacion con sus compañeros finalizando dicho proceso con la consagración que se realiza públicamente junto con la participación de sus padres, la imposición del hábito propio, matricula en la escuela de Acólitos y la expedición del carné que lo acredita como tal.
Ordenar el lugar de encuentros
Conservar los materiales didácticos
Participar en encuentros organizados por Director Diocesano
Establecer turnos del servicio litúrgico para cada uno de los Acólitos
Que el Acólito tenga cuadernos de apuntes y que se adiestre en las diferentes ceremonias del Culto Sagrado
Mantener diferencia entre integrantes de la escuela y los aspirantes para adecuar el proceso de formación de una manera gradual.

Misión
Además de servir al altar debe hacerse protagonistas en la adificación del Reino de Dios entre sus hermanos, como es:
– Su misma familia
– En su sector
– En su ambiente educativo y
– En su círculo de amigos

Visión
Valorar la labor que desempeñan los niños «Al servicio del altar» Ellos deben ser conscientes de la presencia del Señor durante cada Acción Liturgica; estar etentos al misterio sacerdotal además de conocer y meditar la palabra de Dios que se proclama.

Objetivos
Una participación más integra en la Iglesia
Cultivar los gérmenes vocacionales: sacerdocio, vida religiosa o laico comprometido.
Estudiar, conocer y aplicar diligentemente las normas establecidas, por la Iglesia, y pueda haber así una exacta y ordenada ejución de lo litúrgico.
Recibir una sólida formación litúrgica, bilica, espiritual y ceremonial.
Tener conciencia de sus participación activa en la acción litúrgica que se celebra.
Generar inclinación vocacional al servicio del altar, y una asiduidad en la responsabilidad.