Papa León XIV impulsa misión evangelizadora desde las Obras Misionales Pontificias
Las Obras Misionales Pontificias han sido protagonistas en una audiencia clave del Papa León XIV, quien reafirmó su rol esencial en la evangelización mundial. Durante el encuentro con los directores nacionales reunidos en la Asamblea General en Roma, el Santo Padre hizo un fuerte llamado a renovar la misión evangelizadora con esperanza, unidad y compromiso.
Desde el inicio de su discurso, el Papa mencionó explícitamente a las Obras Misionales Pontificias como motor de una Iglesia en salida, cercana a los pueblos y testigo de la misericordia divina. “Nuestro mundo, marcado por conflictos y sufrimientos, necesita que los misioneros sean portadores de consuelo y paz”, afirmó con énfasis.
Renovar la misión con espíritu de unidad
León XIV subrayó que las Obras Misionales Pontificias deben seguir promoviendo una Iglesia universal, centrada en la comunión. Invitó a todos los miembros a ser «fermento de concordia», especialmente en contextos de violencia e injusticia. Recordó que el fundamento de toda misión debe estar en el amor de Cristo y en la unidad del Pueblo de Dios.
El Papa compartió su experiencia pastoral en Perú, donde fue testigo directo del impacto de estas obras en comunidades eclesiales jóvenes. Destacó iniciativas como la formación de catequistas, la construcción de templos, y el acompañamiento a poblaciones vulnerables. “Gracias a las Obras Misionales Pontificias, muchas iglesias particulares han recibido vida y consuelo”, subrayó.

Foto tomada del portal(Vatican News)
El corazón misionero de la Iglesia
Entre las instituciones mencionadas por el Papa están la Obra para la Propagación de la Fe, la Obra de la Santa Infancia, la Obra de San Pedro Apóstol y la Unión Misional. Todas ellas, dijo, son manifestaciones concretas del “corazón misionero” de la Iglesia.
“El trabajo de las Obras Misionales Pontificias no es una cuestión meramente funcional, sino espiritual”, afirmó León XIV. También animó a formar nuevos misioneros con espíritu de servicio, humildad y cercanía.
Recordando su homilía de inicio de pontificado, el 18 de mayo de 2025, reiteró que “una Iglesia que no evangeliza se cierra en sí misma y se debilita”. Por ello, pidió a todos los directores nacionales renovar con valentía el impulso misionero, más aún en un mundo herido por guerras, indiferencia y pobreza.
Un carisma de universalidad
El Papa profundizó sobre la importancia de la comunión y la universalidad, aspectos fundamentales en la identidad de las Obras Misionales Pontificias. “Somos uno en Cristo. Esa unidad no solo debe inspirar nuestra espiritualidad, sino también guiar nuestra acción”, declaró.
Refiriéndose al proceso de reforma de los estatutos de las OMP, expresó su esperanza de que este esfuerzo contribuya a fortalecer su misión global. Señaló que el carisma de estas obras debe mantenerse fiel a sus raíces: ser testigos de la fe y portadores de esperanza donde más se necesita.
“En Él, somos uno”, citó León XIV, recordando las palabras de san Agustín, lema que lo acompaña desde su ministerio episcopal. Con esto quiso dejar claro que la misión evangelizadora no conoce fronteras, y debe reflejar el rostro misericordioso de una Iglesia inclusiva.
Una esperanza activa
Antes de concluir, el Papa hizo un llamado claro: “Sean misioneros de esperanza”. Invitó a los miembros de las OMP a promover la Jornada Mundial de las Misiones y a fortalecer el acompañamiento pastoral a comunidades necesitadas.
Animó también a visitar parroquias y diócesis para sensibilizar a los fieles sobre la importancia de apoyar a las iglesias jóvenes. Encomendó esta misión a la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, y ofreció su Bendición Apostólica con afecto.
Con sus palabras, León XIV dejó un mensaje contundente: las Obras Misionales Pontificias deben ser rostro visible de una Iglesia viva, solidaria y en salida, capaz de llevar el Evangelio a todos los rincones del mundo.