Parroquia Sagrado Corazón de Jesús Valledupar
La comunidad parroquial que vincula los sectores de Panamá, San Fernando y Los milagros, consagrada al Corazón de Jesús, no es un grupo fortuito. El camino espiritual de esta feligresía no inició como una jurisdicción eclesiástica propiamente tal, pero tampoco como un rebaño disperso. Porque si bien hizo falta durante largo tiempo la presencia permanente del sacerdote, poco a poco se cumplieron las palabras del Señor: “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Cfr. Mt. 18, 20).
La primera asistencia espiritual prodigada a estos barrios provino del señor presbítero Rafael Daza Díaz. Corría el año de 1987 cuando los señores Modesto Mendinueta, Luzmila Pérez, Fabio Álvarez y Jaime Rodríguez, se dirigieron al párroco del barrio San Martín, primero, y luego al de Cristo Rey, para solicitar la celebración de la Eucaristía dominical. Pero el escaso clero dificultaba satisfacer esta petición, pues los contados sacerdotes se multiplicaban para poder asistir las necesidades de la Diócesis.
Nuevamente, en virtud de las palabras “Busquen y hallarán” (Cfr. Mt. 7, 7), se dirigió este grupo a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, y como nada hay difícil para la Madre del Rey, pudo el padre Daza Díaz disponer de tiempo para atender aquel requerimiento. Al señalar la necesidad de un lugar apropiado, se pensó en las instalaciones de la Escuela Pública Mixta San Fernando, cuya directora, la señora Leonor Molina de Oñate, vecina del mismo barrio, puso enteramente a la orden.
Así se empezó a celebrar la Eucaristía en los linderos de la Escuela Pública. Muy cerca de allí se deslizaba un arroyo que sirvió de regadío a las haciendas ganaderas que existieron antes de lo que hoy se conoce como Panamá y San Fernando. Ninguna otra imagen pudo haber sido más profética, pues si unidas nuestras voces al salmista que exclama: “El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios” (Salmo 45, 5), podremos reconocer cómo las aguas de aquel arroyuelo serían signo y profecía de las bendiciones de Dios en nuestro barrio.
De este modo, andando el tiempo, surgió la primera pequeña comunidad animada por la labor del padre Daza. Así transcurrieron varios años hasta que el inmenso lote que rodeaba la escuelita fue urbanizado. Por otra parte, la Escuela aumentaba su capacidad de estudiantes y hubo entonces necesidad de buscar un lugar más apropiado.
Se pensó entonces en hacer más pública la celebración eucarística y se levantó una enramada en un ángulo del parque San Fernando, en una parte que supuestamente había sido cedida para la construcción del templo, pero el señor obispo Valbuena estimó muy pequeño aquel lugar. Sólo una vez se ofició allí la Misa, pues la enramada anocheció y no amaneció.
Debido a esto, y por iniciativa de la señora Luzmila Pérez, se le pidió en préstamo al señor Jorge Dangond una bodega que él tenía en el sector de San Fernando. La respuesta fue afirmativa y allí se instaló la comunidad peregrina, dirigida por el presbítero José Bolívar Daza, párroco del Carmen en ese momento.
Abrigada la feligresía en aquella bodega -hoy desaparecida- empezó a funcionar, con anuencia del señor Obispo, un Centro de Evangelización y Culto. Quiso el padre Bolívar que se llamara “Centro de Evangelización y Culto Sagrado Corazón de Jesús”, para cumplir así un viejo deseo que no permitieron los habitantes del barrio El Carmen, pues ellos, casi todos interioranos, habían establecido en consenso que su patrona sería la Reina del Carmelo.
En ese orden siguieron los presbíteros Rodrigo Baleta, Enrique Sandoval y Yamit Martínez. Surgió una segunda comunidad y un entusiasta grupo juvenil. Con la realización de actividades se fue adquiriendo los utensilios para el culto y así se adquirió mobiliario, ornamentos, sagrario, y por supuesto, la imagen titular del Sagrado Corazón, para engalanar su fiesta litúrgica.
El momento decisivo llegó cuando se debió entregar aquella bodega prestada durante tanto tiempo, que estuvo incluso en trámite para ser cedida a la Diócesis por gestión del padre Bolívar que definió los límites del lote. Pero al final la diligencia resultó infructuosa. Desilusionadas pero no desesperanzadas, tuvieron que salir de aquel lugar de cuya memoria sólo quedan estos versos declamados allí por uno de los integrantes del Grupo Juvenil, el día en que se celebró en aquel lugar la última Eucaristía:
Ya se llevan al Señor, con todo y su sagrario
a mejores feligreses de otro rico vecindario.
Se lo llevan y sólo queda
de su presencia el recuerdo santo.
En aquellos días la comunidad era asistida por el presbítero Román Navarrete. Los vecinos presenciaron con tristeza la demolición del que fue nuestro templo por más de una década. En aquella roída bodega, acondicionada como mejor y más dignamente se pudo, floreció la tercera comunidad, se agrandó el Grupo Juvenil, y surgieron vocaciones al Seminario Diocesano, que aunque no llegaron al Altar, sí alentaron la oración de todo un barrio, a lo que el Señor habría de corresponder generosísimamente.
El obispo de entonces, monseñor José Agustín Valbuena, promulgó el 31 de diciembre del 2002, el decreto canónico de erección de la Parroquia, que a la letra dice: “(…) el Centro de Evangelización y Culto Sagrado Corazón de Jesús ha venido teniendo un desarrollo que muestra las perspectivas de poder hacerlo parroquia, con el fin también de alentar a los fieles que quedarán en su territorio a un desarrollo mayor”.
Más tarde, en julio del 2004 la Alcaldía de Valledupar concedió en comodato un espacioso lote en el cual ha de construirse la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, según las palabras del actual obispo, monseñor Óscar Vélez Isaza. La primera etapa consta de un salón parroquial cuya primera piedra fue bendecida solemnemente el 03 de junio del 2005. El edificio fue inaugurado el 10 de junio del 2006 en la Solemnidad del Sagrado Corazón, con presencia de autoridades y benefactores; la hermandad del Sagrado Corazón de Jesús de la Parroquia de la Concepción, y toda la comunidad regocijada por el logro de tan grande anhelo.
En este momento surge la entrañable figura del presbítero Carlos Rengifo Solano, de feliz memoria, que una vez puesto al frente de la naciente Parroquia se entregó diligentemente a la consecución del lote, desde su nombramiento el 15 de diciembre del 2003. Y luego, con mayor esmero, a la construcción del salón parroquial ubicado justamente en el mismo sitio donde alguna vez estuvo el arroyo que fue testigo de las primeras celebraciones eucarísticas en nuestro barrio.
Tras el deceso del padre Rengifo han sucedido en el servicio a esta Parroquia los señores presbíteros Juan Carlos Martínez, que continuó las obras de la casa cural, y Richard Beleño. Puesto que la Biblia de Jerusalén da al Salmo 45, el título de “Dios con nosotros”, como señal de la permanencia de Yahvé en medio de su pueblo, podemos decir con certeza que a pesar de las dificultades, el Señor se ha complacido en prodigarnos su misericordia, pues sólo al abrigo de estas consideraciones podemos comprender cómo vino a llamarse precisamente esta Parroquia, del Sagrado Corazón de Jesús.
Párroco: Marco Fidel Ortiz Romero.
Dirección: Cra. 4B #41 – 51
Telf: 5716109
Horario de Eucaristías:
Diaria: 6:00 pm
Domingos en el templo parroquial: 7:00 am – 6:00 pm
Domingos, fuera del templo parroquial: 9:30 am
Hora Santa: Todos los Jueves a las 5:00 pm
Atención en despacho parroquial: todos los viernes de 3:00 a 6:00 pm
Confesiones: Todos los días media hora antes de la Eucaristía.
Bautismos: Todos los Domingos a las 7:00 am
Preparación para padres y padrinos: los Sábados a las 5:00 pm
Realidades Apostólicas
P. Comunidades Eclesiales: 3, días de reunión, lunes, martes y jueves a las 7:30 pm
Comunidades de Parejas: 3, días de reunión, los martes, miércoles y jueves a las 7:30 pm
Comunidad Juvenil: 1, días de reunión, los sábados a las 4:00 pm
Koinonías de la Renovación Carismática: 1, días de reunión, los viernes a las 7:30 pm
Monagullos:1, días de reunión, los sábados a las 3:30 pm
Ministerio del Canto: 1, días de reunión, los Sábados a las 8:00 am.