Con profundo dolor fue despedido el padre Juan Guínart

La tarde del domingo 23 de junio no fue como cualquiera, el cielo estuvo gris presagiando que el Valle, despedía a un hombre ilustre que con su vida trascendental había marcado la historia de los más necesitados.
Fue en la parroquia las Tres Avemarías, donde se programaron para las 03:00 p.m. las exequias del reverendo padre Juan Guinart, quién había descansado en la Paz del Señor, el pasado jueves 20 de junio, en medio de un Encuentro de Hermanos Franciscanos Capuchinos en la ciudad de Bogotá.
Con la presencia del Obispo de Valledupar, el Superior Provincial de los Capuchinos y parte del Clero Diocesano se dio inicio al rito exequial in memoriam del amigo de los pobres.
Rostros alargados, que no podían ocultar el dolor de la partida del sacerdote se veían en todos los asientos del templo parroquial, al ser mencionado el nombre del presbítero muchos se iban en llanto al sentir como su corazón se partía al aceptar que no podrían tener más la presencia física del padre, pero también, estaba la esperanza en esos corazones de que gracias a su trabajo misionero Juan Guínart, estaba gozando de la Gloria del Padre.
El Evangelio proclamado durante la celebración eucaristía, pareciera haber sido escogido para la ocasión, pues narraba el pasaje de la Multiplicación de los Panes, esos mismos panes que Guinart Pascual, trató de dar a todas las personas que sufrieran hambre. 
Monseñor Óscar José. Obispo de Valledupar en su homilía señaló el gran trabajo pastoral que desarrolló el padre Juan en el Caribe Colombiano, resaltando que, su ministerio presbiteral lo ejercicio en su totalidad al servicio de estas tierras a pesar de haber nacido en Valencia, España. 
«El que se desvive no lo hace porque no valora su vida, al contrario, valora tanto la vida que le encuentra sentido compartiéndola con los más necesitados» señaló Monseñor Óscar José. 
Al finalizar la Eucaristía, la Gobernación del Cesar promulgó un decreto en homenaje póstumo a la labor de servicio del sacerdote capuchino, de la misma manera, una líder del Pueblo Arhuaco, presentó en nombre de su comunidad las sentidas condolencias por el fallecimiento del padre.
El trabajo en el Hogar del Niño, debe continuar: Ha partido un hombre, pero dejó su legado en la tierra, entre todos ayudemos a que esta obra social de la Iglesia, perdure en el tiempo y «que donde yo esté, que nadie tenga hambre» P. Juan Guinart.
El mundo dejó partir a un gran sacerdote, pero el cielo recibe a un santo, ejemplo de su vida a imagen del Evangelio de Cristo.
¡Gracias padre Guinart! En nombre de todas las familias y niños desprotegidos que con tu trabajo diste el pan físico y espiritual «Porque tuve hambre y me distes de comer».

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