Durante una de las eucaristías piloto con público el domingo 2 de agosto, celebrada por Monseñor Óscar Vélez en el templo de la Catedral, siete jóvenes del año de propedéutico del Seminario Juan Pablo II recibieron el alba: ornamento que les permite desde este momento prestar servicios litúrgicos en las parroquias y oficialmente inician su proceso de formación.

Los jóvenes que recibieron el alba fueron: Wiler Pérez Mejía, Eduardo Javier Parra, David Rosado, Anderson Díaz, Stiven Sanjuan, Jhonatan Acuña y Mateo Balaguera. Uno de estos nuevos seminaristas es Eduardo Parra, proveniente de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Curumaní quien nos expuso su alegría en este importante momento “Esto significa la obra de Dios que ha hecho en mi vida, es su plan de salvación, también es un signo de pureza el alba, es el revestimiento de Cristo en mí y se renueva hoy con esta celebración el bautizo en esta imposición de alba”.

En diálogo con el padre Leonardo Fajardo rector del Seminario, señaló que esta imposición de albas representa para los seminaristas “Amar más a Jesús, configurarse con Jesús, ser discípulos de Jesús, amar a nuestra Iglesia y algo muy importante: el alba se distingue por servir el altar, por acompañar el oficio litúrgico y es una oportunidad magnifica para que los chicos se entreguen al servicio de la Evangelización y al servicio del pueblo de Dios”, puntualizó el sacerdote formador.

La invitación es a unirnos en la oración por la formación de estos nuevos seminaristas que iniciarán clases el próximo 10 de agosto de manera virtual, con los más altos estándares de calidad, garantizando así una formación reflexiva con profunda convicción al servicio del pueblo de Dios que peregrina en el Cesar y La Guajira.  

POR: GREGORY STIVEN NAVARRO JIMÉNEZ / DIÓCESIS DE VALLEDUPAR